La casa de los asesinatos con hacha: Villisca Axe Murder House

La casa de los asesinatos con hacha

Villisca Axe Murder House

La casa de los asesinatos con hacha de Villisca: el misterio sin resolver que sigue aterrorizando

La pequeña ciudad de Villisca, Iowa, se vio sumida en el horror en 1912 cuando una familia y dos invitados fueron brutalmente asesinados con un hacha en su propia casa. A pesar de que ha pasado más de un siglo desde aquel fatídico día, la historia de Villisca Axe Murder House sigue atrayendo a curiosos y cazadores de fantasmas de todo el mundo.

A pesar de la intensa investigación policial y los intentos de la comunidad para resolver el caso, nunca se encontró al asesino. El suceso conmocionó a la ciudad y a todo el país, y la casa en la que ocurrieron los asesinatos quedó vacía durante muchos años.

Sin embargo, en la década de 1990, la casa fue restaurada y abierta al público como una atracción turística y un lugar de interés paranormal. Desde entonces, ha sido visitada por innumerables personas que buscan experimentar la sensación de estar en un lugar embrujado.

¿Qué sucedió en la Villisca Axe Murder House? ¿Quién fue el asesino que cometió estos horribles crímenes? Estas preguntas continúan sin respuesta, pero la leyenda y el misterio que rodean esta casa persisten.

La tragedia de Villisca

En la noche del 9 de junio de 1912, Josiah Moore, su esposa Sarah, sus cuatro hijos y dos de sus amigas, las hermanas Stillinger, fueron atacados mientras dormían en su casa. Todos murieron a causa de los golpes de hacha que recibieron en la cabeza. La escena del crimen era espantosa: los espejos cubiertos de sangre, las puertas cerradas, la ropa y la cama desordenada y los cuerpos en un charco de sangre.

El asesino o asesinos usaron un hacha para matar a los ocho miembros de la familia y a los dos amigos de la familia, dejando la escena del crimen llena de sangre y horror. Los cuerpos fueron descubiertos por la mañana por la vecina Mary Peckham, quien se sorprendió al ver que la casa seguía cerrada y sin actividad.

La escena del crimen

La escena era escalofriante, los cuerpos estaban destrozados y ensangrentados, los espejos de la casa habían sido cubiertos con sábanas y la ropa de las víctimas había sido retirada. La investigación inicial no arrojó resultados concluyentes, y las autoridades tuvieron que lidiar con rumores y acusaciones sin fundamento, incluso contra el padre de la familia.

El caso pronto se convirtió en uno de los más notorios en la historia de los Estados Unidos, y todavía hoy, más de un siglo después, sigue sin resolverse. A pesar de los múltiples sospechosos y las investigaciones en curso, nunca se encontró al asesino o asesinos detrás de la matanza.

Investigación, pistas y testigos

En la búsqueda de respuestas en el caso de la Villisca Axe Murder House, la policía recolectó una gran cantidad de pruebas y pistas en la escena del crimen. La mayoría de estas pruebas se centraron en los detalles de la brutalidad del ataque y en la posible identificación de los perpetradores.

Se encontraron varias huellas de pisadas en la casa, algunas que llevaban a la entrada trasera y otras que llevaban a la salida delantera. También se encontraron huellas ensangrentadas en el suelo, paredes y techos. Además, se descubrió que se habían limpiado algunas huellas, lo que sugiere que los asesinos intentaron cubrir sus huellas.

Entre las pruebas más notables encontradas en la escena del crimen estaban los objetos dejados por los asesinos. La policía encontró una linterna que no pertenecía a la familia Moore ni a los Stillinger. También se encontró un hacha en el cobertizo trasero que, según la policía, podría haber sido el arma del crimen. La policía también descubrió que la ropa de los asesinos había sido quemada en la estufa de la casa.

En cuanto a los testigos, se entrevistó a varios vecinos y a aquellos que estuvieron en contacto con la familia Moore y los Stillinger el día anterior al asesinato. Uno de los testigos declaró haber visto a un hombre extraño deambulando por la zona ese día, y otro afirmó haber visto a un hombre sospechoso en un tren cerca de Villisca. Sin embargo, ninguna de estas pistas llevó a la identificación de los asesinos.

El caso fue uno de los más destacados en la historia de Iowa, y la falta de respuestas y justicia ha desconcertado a la comunidad durante décadas. A pesar de que se han investigado varios sospechosos y se han llevado a cabo varias investigaciones, el caso sigue siendo un misterio sin resolver.

Sospechosos en el caso

El caso de la Casa de los Asesinatos con Hacha de Villisca ha sido uno de los más misteriosos y desconcertantes de la historia de los Estados Unidos. Desde 1912, se han señalado a varios sospechosos, aunque ninguno ha sido procesado por los brutales asesinatos.

El principal sospechoso fue un hombre llamado Frank F. Jones, un respetado empresario local que había tenido desavenencias con el padre de la familia asesinada, Josiah Moore. Jones había sido incluso amenazado de muerte por Moore, lo que hizo que algunos lo consideraran como el responsable de los asesinatos.

Otro sospechoso fue William Mansfield, un asesino en serie que cometió crímenes similares en el Medio Oeste de los Estados Unidos en la misma época en que ocurrió el asesinato de la familia Moore. Se descubrió que Mansfield tenía un hacha ensangrentada en su posesión y fue arrestado como sospechoso en el caso, pero fue liberado después de que se descubriera que estaba en Illinois en el momento de los asesinatos.

Otro posible sospechoso fue Henry Lee Moore, un asesino en serie que mató a cuatro miembros de una familia en Colorado en 1911, y que fue condenado a muerte por el crimen. Se sospecha que pudo haber estado en Iowa en el momento de los asesinatos y algunos investigadores creen que pudo haber sido el responsable.

Otro sospechoso es un hombre llamado Reverendo George Kelly, quien supuestamente confesó los asesinatos a su abogado en 1917, pero su confesión fue desestimada en el juicio por falta de pruebas. En años posteriores, Kelly fue arrestado y encarcelado por otros delitos, pero nunca se le acusó formalmente de los asesinatos de Villisca.

La escena de un terrible crimen: Convertida en una atracción turística

Después de décadas de abandono y misterio, la casa donde ocurrieron los brutales asesinatos en Villisca se convirtió en una atracción turística en la década de 1990. Un hombre llamado Darwin Linn compró la casa en 1994 y la restauró para que se pareciera a como era en 1912, el año de los asesinatos.

Linn abrió la casa al público y comenzó a ofrecer visitas guiadas, pero no tuvo mucho éxito al principio. Fue hasta que apareció en un programa de televisión en 1998 que la atracción comenzó a despegar. A partir de entonces, la casa se ha convertido en una parada popular para los turistas que buscan una experiencia espeluznante.

La casa también ha sido objeto de programas, documentales y podcasts sobre crímenes reales y lo paranormal. Aunque ha sido objeto de críticas por algunos que argumentan que es inapropiado convertir una escena de un crimen tan terrible en una atracción turística, la Axe Murder House sigue siendo una atracción popular para aquellos que buscan una experiencia única y escalofriante.

En la actualidad

La casa es propiedad de la Fundación Villisca Axe Murder House, que se encarga de mantener y preservar la propiedad. La casa está abierta para visitas guiadas y, según su sitio web, también se pueden reservar noches para pasar en la casa. Algunas personas incluso han informado de experiencias paranormales mientras estaban allí.

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Rair ™

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