La Bestia: Luis Alfredo Garavito

La Bestia: Luis Alfredo Garavito

Introducción

Luis Alfredo Garavito Cubillos, nacido en Génova (Quindío), el 25 de enero de 1957. Un pederasta, asesino en serie de niños y agresor sexual colombiano más conocido como «El Monstruo de Génova» o «La Bestia», entre otros apodos.

De acuerdo a los informes presentados por la Fiscalía General de Colombia, Luis Alfredo Garavito habría acabado con la vida de 172 menores de edad. De ellos, "138 han sido condenados, 32 se encuentran en proceso de investigación, uno en espera de resolución y uno en proceso de sentencia". Sin embargo, se cree que el número de víctimas es aún mayor, ya que el propio Garavito ha confesado haber asesinado a otras 28 personas, entre ellos 23 niños y 5 adultos, incluyendo a un limpiabotas. Con estas adiciones, se estima que el número total de víctimas sería de alrededor de 200 personas. Aunque algunos especialistas creen que la cifra podría ser aún más elevada, llegando incluso a 300 asesinatos.

Es importante destacar que Garavito también ha admitido haber cometido asesinatos en el extranjero, específicamente en Ecuador y Venezuela. Según fuentes judiciales y especialistas en la materia, este sujeto se convierte en el "segundo asesino serial más peligroso del mundo". Fue condenado en 2001 a una pena de 1853 años y 9 días de prisión, la más larga impuesta en la historia de Colombia, pero más tarde se le redujo a 40 años debido a su colaboración en la identificación de otros asesinos seriales y su buena conducta.

La investigación

En junio de 1999, el equipo interdisciplinario del CTI de la Fiscalía, conformado por miembros de esta institución provenientes de nueve departamentos, incluyendo miembros del DAS, Sijín y Óscar Armando Díaz Beltrán, psiquiatra de Medicina Legal de Cali y asesor permanente del equipo, evaluaron los casos y establecieron que el sospechoso principal era Luis Alfredo Garavito. Al intervenir otras secciones, como el análisis realizado por el morfólogo de Buga Carlos Hernán Herrera Jaramillo, principal promotor de la investigación del fenómeno, y la presentación del fiscal Fernando Aya de Villavicencio sobre el caso Morera Lizcano, permitieron establecer que ya se sabía que era el asesino serial y también que ya estaba capturado desde semanas atrás.

La captura de la Bestia

El jueves 22 de abril de 1999, en una zona rural de Villavicencio, Meta, un indigente escuchó los gritos de auxilio de un menor que había sido raptado por Luis Alfredo Garavito, un asesino serial que pretendía abusar sexualmente del niño y luego asesinarlo. El indigente atacó a Garavito con piedras y lo obligó a huir, liberando al niño y permitiendo que este llegara a una vivienda donde recibió ayuda y se llamó a la policía nacional.

Después de que el niño contó lo sucedido, se inició una búsqueda en la zona con múltiples efectivos policiales en vehículos oficiales, taxis y particulares. Horas después, Garavito salió del monte caminando y fue identificado por el niño e interceptado por los policías. Fue capturado y conducido al comando de policía donde manifestó llamarse Bonifacio Morera Lizcano y se inició la investigación penal sobre la presunta tentativa de acceso carnal sobre el menor.

La confesión de Garavito

El jueves 28 de octubre de 1999, la fiscal Lily Naranjo y el investigador Aldemar Durán indagan a Garavito durante cerca de 8 o 9 horas, interrogándolo sobre otros casos. Durante la indagatoria, el asesino terminó confesando los homicidios sobre los que se le había preguntado, incluyendo el caso de Santa Bárbara en Palmira (Valle del Cauca), los tres niños de Génova, el caso de Tunja y el caso de Villavicencio, entre otros. Después de la confesión, el CTI de la Fiscalía, en asociación con psiquiatras de Medicina Legal, establecieron la realidad probatoria que certificó el esclarecimiento del hecho.

En múltiples publicaciones, documentales y conversaciones sostenidas, Garavito admitió haber ejecutado una gran cantidad de homicidios.

Modus operandi

Al perpetrar cada uno de los crímenes, Garavito ingería una cantidad variable de licor destilado, que oscilaba desde un trago hasta media botella, y posteriormente trasladaba a sus víctimas a lugares aislados, luego de haber evaluado meticulosamente su comportamiento. Una vez allí, procedía a atemorizarlos con un arma blanca y comenzaba el ritual que le permitió asesinar a cientos de menores. Los expertos en la materia afirman que mientras abusaba sexualmente de cada niño, Garavito les propinaba múltiples puñaladas y les infligía otras formas de violencia, y finalmente les hacia una herida profunda en el abdomen o en el pecho, con el fin de que se desangraran o incluso llegaba a degollarlos. En algunas ocasiones específicas, relató los detalles de los acontecimientos.

En algunos casos puntuales, Garavito relató cómo sucedieron los hechos: «Voy al hotel a las nueve de la noche; empiezo a sentir esa fuerza extraña que me domina, saco el cuchillo, consigo unas cabuyas, llevo licor y me dispongo a andar por las diferentes calles aledañas a la galería. Había un niño llamado Julián Pinto cerca, él estudiaba en el SENA donde había ido a vender ambientadores el año pasado. Estaba vendiendo tintos, le hablo, lo convenzo para que me acompañe. Deja su termo y se va conmigo. Lo introduzco al cañaduzal, lo amarro, lo acaricio y después lo violo. Julián Pinto grita, lo acaricio, él sigue gritando y posteriormente lo mato. Me acuerdo tanto de este niño por una situación: en ese sitio hay una cruz, regreso para el pueblo y de un momento a otro siento una voz que me dice: “eres un miserable, no vales nada”. Regresé y miré lo que había hecho. En ese momento me arrodillé, me arrepentí, y enterré el cuchillo».

«Practiqué ritos satánicos con los menores que asesiné, lo hice a mi manera, pero no quiero explicar cómo lo hice; yo hice pacto con el diablo».

El esclarecimiento

Gracias a las pruebas recogidas por la Fiscalía y a la confesión de Garavito, se estableció que era responsable no solo de la muerte del niño Ronald Delgado Quintero en Tunja en 1996, sino también del homicidio de tres niños de Génova y de otros 172 crímenes cometidos contra menores en 11 departamentos de Colombia.

Entrevista a Garavito en RCN Televisión

En una conversación con Guillermo Prieto La Rotta "Pirry", anfitrión del programa Especiales Pirry, Luis Alfredo Garavito negó haber abusado sexualmente de sus víctimas. En cambio, afirmó que el diablo le dio órdenes de cometer los asesinatos y que había encontrado la rehabilitación a través de su membresía en la Iglesia Evangélica Unida de Colombia, de la cual se bautizó en agosto de 2003. Además, hizo hincapié en sus intentos por obtener la libertad y, en última instancia, ser elegido para un cargo en el Congreso de la República.

Según los informes de RCN, Garavito enfrenta otro cargo por un asesinato en el Valle del Cauca y tendrá que responder por ello en un juicio separado de sus crímenes anteriores. Aunque la condena total por sus delitos asciende a 1.853 años de prisión, el sistema penal que se aplicó en el momento de los asesinatos tenía una sentencia máxima de 40 años. Sin embargo, Garavito logró reducir la cifra al colaborar con las autoridades y mostrar interés en su educación.

Vídeo de la entrevista de Garavito en RCN Televisión:
https://web.archive.org/web/20111025212839/http://canalrcnmsn.com/content/el_caso_de_la_bestia_garavito_15_de_mayo?page=6

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